Resultaría curioso o descabellado afirmar que, entre Bogotá y el lejano territorio de la Guajira, existe un portal que nos une de manera física, pero esa afirmación por más ocurrente que parezca es real.
En la Localidad de Teusaquillo, más exactamente en el sector del Parkway (señalado en el
mapa de referencia de google), existe un monumento a José Prudencio Padilla, hijo insigne de la Guajira cuya madre era Wayu. Para quienes nunca han escuchado este nombre, este hombre fue prócer de la independencia de Colombia y de Venezuela, así mismo, es reconocido como el fundador de la Armada Nacional de Colombia por sus grandes contribuciones a esta arma en la guerra de independencia.
Este monumento es un homenaje que se le rindió a este hombre insigne hombre guajiro el 24 de Julio de 1965, por parte de la Armada Nacional, en conmemoración de la batalla del Lago de Maracaibo. En este punto debemos decir que, la historia de este hombre pardo fue muy controvertida, nacido el 19 de marzo de 1778, en la ciudad de Riohacha, sus inicios en la marina se dieron en la Armada de España, entró al servicio desde los 14 años motivado por su padre quien construía botes de menor calado, participó en la histórica batalla de Trafalgar que se dio entre las marinas de los imperios británico y español, fue tomado prisionero y posteriormente liberado, fue designado para prestar su servicio en la ciudad española (para ese momento) de Cartagena de Indias, ubicada en la costa caribe de la Nueva Granada, tras algún tiempo se unió al movimiento de independencia que se gestaba en la colonia española pidiendo la independencia de la ciudad, algunos años después tomaría el control de una nave española por lo cual el gobierno independentista reconoció su heroísmo y valentía otorgándole el grado de Alférez de Fragata.
Protegió Cartagena de la reconquista española, tuvo que huir a otras islas del caribe como lo fueron Haití y Jamaica, tierras en las cuales conoció al General Simón Bolívar, desde allí participó en varias escaramuzas organizadas por los independentistas, en las costas de la Nueva Granada y la Capitanía General de Venezuela. Todo ello contribuyó a que se convirtiera en un experimentado marinero, razón por la cual estuvo al frente de la fuerza armada que participo en la batalla del Lago de Maracaibo, venciendo a las fuerzas realistas, dando de esta forma un golpe certero a los intereses españoles en este territorio y asegurando la independencia de Venezuela.
Pero estas épicas victorias y contribuciones a la patria que se estaba forjando en ese momento, no fueron suficientes para darle el máximo reconocimiento como lo era para esa époc
a ser designado intendente del departamento de Magdalena, el cual comprendía las provincias de Santa Marta, Cartagena y Riohacha, sino que, por el contrario, este le fue otorgado a Mariano Montilla, quien fuese un acérrimo contradictor del héroe sobre el cual hablamos. Su origen pardo, su conexión con los indios y mulatos, representaban un serio peligro a la clase dirigente criolla que se establecía en el poder en ese momento, lamentablemente si bien se fundaron nuevas naciones, enfermedades crónicas como lo es el racismo fueron lamentables herencias que continúan manifestando en nuestras tierras, Padilla fue visto con mucho recelo y entre acusaciones infundadas fue acusado ante un tribunal de traición a la patria, razón por la cual Montilla con su autoridad lo capturó y lo envió a la ciudad de Bogotá donde finalmente sería fusilado el 2 de octubre de 1828, por años su legado, nombre y memoria fueron condenados al olvido, con posterioridad al establecimiento de la República han sido restablecidas sus hazañas y son varios los reconocimientos que se han realizado a su vida política y militar en los inicios de Colombia, parece irónico pensar que un personaje de estas dimensiones fue olvidado por muchos, así como parece serlo el territorio de la Guajira para la clase dominante, quienes al parecer no destinan el mismo interés a la rica y maravillosa península de nuestro País.
Para Sumaj Tours - Juan Camilo Colorado Torres